El almacén
de Cacho
En un almacén de barrio de la calle Zapiola al
400 trabajaba un hombre en los años ochenta hasta el 2000 que fiaba a mucha
gente, era un hombre humilde un almacenero un poco sucio solterón al que le
decían Cacho y de apellido Loustanau que a fin de mes les cobraba a sus
clientes. Eran otras épocas vivía del fiado, y con su camisetita celeste en su
balanza pesaba los fiambres y los dulces listos para vender. Luego fundió por
la feroz competencia de las cooperativas y otra fiambrería cercana.
Ale.
17/5/2022
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