SAN
SILVERIO, PATRONO DE LOS PESCADORES
En honor a
San Silverio, Patrono de los pescadores, se celebra en Ingeniero White una gran
festividad anual, el tercer domingo de noviembre, aunque el santoral indica que
es el 20 de junio el día de San Silverio.
La historia dice que San Silverio fue nombrado Papa el 20 de
junio de año 536. Eran tiempo de grandes luchas internas y oscuras
conspiraciones. Fue así que Belisario, quien había entrado en Italia
invitado por Silverio,
una vez cumplidos
sus deseos de poder
y apoyado por Antonia, su astuta
mujer, acusó al Santo de alta traición al Imperio. Despojado de sus hábitos al
acusado se lo recluyó en Partará, Grecia. Allí comenzó el martirio de San
Silverio, quien estuvo algo más de un mes prisionero en las peores condiciones.
En el proceso se lo encontró inocente, aunque debió abdicar a su cargo
pontificio y nunca regresó a Roma, ya antes de llegar a la capital, lo
desembarcaron y abandonaron en la Isla de Ponza.
Los pescadores de esta zona lo alimentaron, evitando que
muriera de hambre. Silverio devolvió
estos favores con gran
generosidad, orando siempre por la vida de sus benefactores y dando muestras de
su santidad, escuchó sus reclamos e intervino cada vez que un pescador estaba
en peligro. Al morir su historia fue contada de generación en generación y su
recuerdo continúa vivo en la memoria de todos los nativos de Ponza, los
primeros en reconocer que gracias a la intervención del santo, los pescadores y
sus familias recuperan la salud, la buena pesca y el mar no hunde sus barcazas.
A partir de 1923, comienzan a arribar a Ingeniero
White, procedentes de Ponza, los
pescadores que devotos de su Patrono, le encomiendan sus vidas, cada vez que se
internan en al mar. Alesio Califano, uno de aquellos primeros inmigrantes,
quien había recibido los favores de San Silverio, envió una carta al sacerdote
de Ponza en ese entonces, Salvador Tagliarone, para pedirle una réplica de la
imagen del Santo y contarle de sus milagrosas intervenciones. Debido a esta gestión,
el 11 de Noviembre de 1926, Filomena Cappa, y las hermanas Lucía y Josefa
Vitelli partieron portando la reliquia, hacia la Argentina, a bordo del “Nazar Isauro”. Ellas se encargaron de
movilizar a la población de Ingeniero White y crear la festividad, que desde
entonces se celebra el tercer domingo de noviembre. En esta fecha los
pescadores y sus familias piden por salud, trabajo y el auxilio del Santo
Patrono para que los libre de los peligros del mar.
En junio de 1928, tras una nueva gestión de los fieles al
culto de San Silverio, que incluyó entre sus propulsores al
propio Cónsul italiano, la población de Ingeniero White vio
arribar una nueva imagen del patrono a
través de las aguas del Atlántico. Desde entonces, año a año, esta imagen encabeza
la procesión desde la Iglesia “La exaltación de la Santa Cruz”, hasta el puerto
local, con ofrendas florales rojas y blancas, que son arrojadas al mar, junto a
una suelta de palomas. La imagen de San Silverio se viste con túnicas blancas y
rojas. El blanco denota pureza y el rojo, su testimonio como mártir.
Una antigua tradición dice que si las flores al llegar al
agua, caen hacia arriba, anuncian una buena temporada de pesca. Y si quedan
hacia abajo, los augurios no son optimistas.
La procesión avanza por la calle Mascarello, hasta Cárregas
y entra al puerto por Guillermo Torres.
En cada esquina, Francisco, un conocido vecino, inició la costumbre de
hacer estallar, con un mortero, una bomba de estruendo. La explosión es una
invitación para que los creyentes se unan a la procesión. En el puente La Niña,
los estruendos se redoblan con una batería de bombas. Desde un auto con un acordeón , se entonan canciones alusivas al Santo gritando “Viva
Silverio , Viva “y al llegar al puerto, el Santo es subido a una barcaza roja,
la que por sorteo es elegida por el cura párroco, entre todas las barcas de los
pescadores. Luego de dar una vuelta por
la ría, acompañado por todas las barcazas de los pesadores, el Santo regresa a
la parroquia, dónde se ofrece una misa.
En una oportunidad antes de comenzar la misa se hicieron
explotar tantas bombas que se cayó una pared de ladrillos. Desde entonces estas
efusivas manifestaciones, se realizan con más cuidado.
Entre las muchas anécdotas se cuenta que un día, cercano a
la fecha de la celebración, Juan
Martín Vitellone, pescó
una cantidad inusual de peces, que repartió entre sus compañeros. Así
se organizó, la primera
comida en honor al patrono, fiesta en la que
participan todos los vecinos de Ingeniero White. Desde entonces, en estas comidas,
los pescadores y sus familias se reúnen a compartir las anécdotas del mar y los
favores recibidos de San Silverio.
Así se cuenta que un amanecer donde el mar estaba muy bravo,
los pesadores vieron con asombro que la marea traía gran cantidad de caracoles.
Era una de las mayores tormentas que se recordaba y uno de los pescadores había
quedado atrapado en el mar. Éste oró a San Silverio con mucha fe y en alta voz.
El mar se calmó y el pescador pudo volver a su casa sano y salvo. Éste no es un
hecho aislado, ya que muchos
son los pesadores
que han recibido la bendición del Santo Patrono.
A mi nono
Mi nono, pescador del puerto
de aguas verdeazuladas,
devoto de San Silverio,
pedía que a todos los pescadores,
los librara del riesgo del mar bravío
y les diera buena pesca:
San Silverio, nuestro Patrono,
bendícenos, abrázanos,
nosotros te veneramos
confiados en tus dones.