El ajo halló en el vino un muerto. Rosado yacía un salmón. Dos chiquitos
observaban la escena y el ajo les pregunto:
- Díganme ¿de donde salió el salmón?
- Alguien lo puso -contestaron ellos.
Y el ajo les dijo que estaba muerto, lo que les
dio miedo a los niños pero también ellos agregaron que les hubiese dado escozor
si se hubieran topado con un ajo en el vino, aunque tal vez quedaría rico asar al salmón al vino condimentado con ajos.
Ale.
30/3 y 2/4/´14