desatado

DESATADO

Hay noches en las que desearía

desatarme

y hacer el amor volando .

Desnudar mi pluma

y ser tuyo.

Mezclarme con las sombras

ir a tu encuentro

y despedazarte en un beso.

Arrancar con amor

la hoja en que escribo

y que sea nuestro

este poema.

                                       Ale.

                                   

                                   25/10/´16

la interpretación

LA INTERPRETACIÓN

La palabra que se dice,

se lee,

se cuenta,

es vida.

Prologa el vuelo de la tarde,

para acaecer en la noche.

Juega a ser yo,

bordea sobre el existir

y es verso.

Es interpretada.

Vive para ser leída.

Es el canto dicho.

Es la lectura

 que finaliza en mí.

                              Ale.

                       

23/10/´16

belleza pura

BELLEZA PURA                                       

                                                     A mi Mamá

Mi mamá tenía

en sus ojos

una belleza pura

que se refleja en el cielo.

Cuidaba a sus plantas

tanto como lo hacia

con  sus hijos.

En sus vestidos

se veía una simpleza

que reflejaba su alma.

Su cariño hace

que su amor

se note en nosotros.

                                 Ale.

                                      21/10/’ 16

¿Dónde deje el paraguas?

DÓNDE DEJE EL PARAGUAS?

El día que nunca fue José no sabía dónde dejó el paraguas. Penso que Estaba viejo, pero igual servía. El día tenía un agrio olor a frío y lloviznaba. Buscaba por toda la casa y no lo encontraba. Entonces, sonó el timbre. ¿Será un cobrador?, se preguntó. Cuando fue a atender  no había nadie. Al mirar a la calle, los parajes del olvido, no le permitieron ver la lluvia. Se dijo,¿ tendrá el color de la distancia?. Cerró la puerta con llave y salió a la calle. Cuando avanzaba, sentía la lluvia caer sobre él.  Entonces, pensó el tejido del día me ha engañado. Volvió a su casa y se dijo: deja tu orgullo atrás y, la lluvia es como las lágrimas, pero no me vencerá, sus obstinadas formas no pueden tirar mis teorías. Antes de que el ensueño de la siesta, llegue tengo que encontrar mi paraguas se decía. Mientras en la televisión pasaban el ciclo “Como en el cine”, José no se rendía. Hasta que reviso el lavadero y allí estaba en el canasto de ropa para lavar.

Sintió el timbre y volvió a salir. Era Juan su amigo, lo invito a pasar y le dijo

-No sabés lo  que me pasó, ¡no podía encontrar el paraguas!-

- Y¿ dónde estaba?

- En el lugar más insólito, el canasto de ropas de lavadero.

- Pero, José  decime ¿dónde tenías la cabeza cuando lo pusiste allí?

Y José, sonrío. Los dos sabían que su cabeza, pocas veces estaba en su lugar.

                                                         Ale.

                                                                  18  y 19/10/´16

Escuchándote

Cuando escucho

a tu corazón

descubro el sol

a mi alrededor.

Siento la pasión

encendida en mí.

Tomo lo que descubro

en mí para vos.

Lo que siento

puede renacer

para encender mi luz.

Así, lo que estaba perdido

vuelve

y la mañana es nueva.

                                               Ale.

                                                    13/10/´16

Raices

                         Raíces

Mis  lazos son la poesía,

la familia y mis amigos.

Ahora voy en busca de mis raíces:

mi sangre, la parentela.

Conoceré   Ischia.

La isla  dónde nació

mi nona en el golfo de Nápoles.

Intentaremos encontrarnos

con los que quedaron allí

 y visitaremos su casa natal.

Ella  iría luego con mis bisabuelos

a Ingeniero White

después de la primera guerra

para fundar nuestra familia  allí.

Ahora descubriremos su ciudad.

Su azulado  y calmo mar:

el  Mediterráneo.

Nos alimentaremos

 de nuestros orígenes.

                                                                            Ale.

                                                                           18/6/´13                           

mi mágica aventura

MI MÁGICA AVENTURA

Leer, mi buena compañía.

Escribir, mi gran sueño.

Todo comenzó

cuando a los diecisiete años

enamorado buscaba mi profesión.

Me acompaño durante toda mi carrera

no sin caer en alguna depresión

de la que Félix, mi psiquiatra entonces,

me sacó.

Él me aconsejó iniciar el taller de Elsa

en el que continúo hasta ahora.

Allí escribí con mis compañeros

libros de antología

 en los que me atreví

a mirar por un caleidoscopio,

a jugar al tarot

cuando nos tocó el Seis de espadas,

a que mis poemas se los lleve el viento

sin caer en la arquitectura de la nada,

a escribir con   tinta malbec

y a provocar un estallido azul

cuando nuestro vuelo

que parecía no tener techo

me mostró que todavía se puede seguir

en está mágica aventura de escribir.

                                                             Ale.

                                                            1/ 10/´16