DISCÍPULOS DE SAL Y LUZ
Condimentemos con nuestra sal
la palabra de Dios.
Llenemos con su luz
la vida.
Seamos discípulos de Cristo
que se nos ofrece
como palabra
en el Evangelio.
Escuchando su palabra
ayudemos al hermano
nuestro prójimo
a iluminar con su luz la vida.
Tal vez con la lámpara de Cristo
nuestra fe iluminada
condimentara con sal
nuestra vida.
Ale.
9/2/2020
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